martes, 5 de junio de 2012

Los hermanos Iaccarino recordaron su secuestro y el robo de sus bienes

En una nueva audiencia del Circuito Camps, los empresarios contaron los tormentos a los que fueron sometidos y que culminaron con el desapoderamiento de sus empresas durante la dictadura

Carlos Iaccarino declaró como testigo en el juicio por el Circuito Camps

Los hermanos Carlos y Alejandro Iaccarino recordaron su secuestro junto a su hermano Rodolfo, ya fallecido, y el desapoderamiento de sus empresas durante la dictadura al declarar como testigos en el juicio por los crímenes cometidos en el Circuito Camps que se realiza en La Plata. Recordaron su paso por distintas comisarías de la Policía Federal y centraron sus relatos en su paso por el centro de torturas que funcionó en el Centro de Operaciones Tácticas Nº1 (COT1) de Martínez, que está siendo juzgado en este debate, ya que el desapoderamiento de sus bienes será juzgado por el mismo tribunal en otro debate.

Primero Carlos y luego Alejandro recordaron ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N1º sus secuestros del 4 de noviembre de 1976, el primero en la Brigada de Investigaciones de la Policía de Santiago del Estero junto a su padre Rómulo Victorino y su hermano Rodolfo, y el segundo junto a su madre en Capital Federal.

A menos de un mes de que Alejandro fuera amenazado en la puerta de su casa, los testigos recordaron que fueron capturados por orden del Primer Cuerpo del Ejército y que su cautiverio se extendió por diferentes comisarías de la Policía Federal.

La última, contaron, fue la seccional 22 donde a Carlos y Rodolfo les dieron 40 días de arresto domiciliario para que vendieran el avión de la empresa. Pero como no consiguieron comprador, volvieron a detenerlos. Y a los pocos días, el 27 de mayo del ‘77, fueron trasladados al COT1 Martínez.

Allí vivieron el horror. “Todo eran piñas, patadas, cachetadas, además de la picana y el tormento permanente: nos decían que nos iban a matar, que de ahí no salíamos’”, recordó Carlos Iaccarino.

Los hermanos recordaron que la persecución a su familia y sus siete empresas habían comenzado en octubre, antes que los detuvieran, cuando intentaron forzarlos a vender un campo al 50% del valor.

Tras permanecer siete meses desaparecidos, los tres hermanos fueron encarcelados en capital Federal y luego fueron derivados a la cárcel de encausados de Santiago del Estero donde enfrentaban una “causa armada”.

“Nosotros ofrecimos dinero para salir mientras nos saliera la falta de mérito y nos pidieron las acciones de la empresa lechera, no aceptaban otra cosa”, recordó Iaccarino. Los hermanos recuperaron la libertad el 4 de septiembre de 1978. 

Por Pablo Roesler  -  pabloroesler@gmail.com

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